Cómo congelar los quesos

Si bien la mayoría de los quesos pierden su textura por haberse congelado, las propiedades de cocción y los sabores en su gran medida no son diferentes, incluso después de varios meses en el congelador.

Respecto a si se puede congelar cualquier tipo de queso de queso, la respuesta es no.  El queso fresco no se recomienda congelar, ya que, por su alto contenido de humedad y delicada textura, no soporta temperaturas tan bajas, haciendo que durante el proceso de descongelación esta se rompa, se diluya y pierda su sabor y textura.

Si planea usar su queso para cocinar, Gouda, Mantecoso, Chanco, Gruyere, Cheddar, Cabra y Emmental se pueden manejar a temperatura bajo 0. 

En cuanto a los quesos Azules, no son muy adecuados para ser congelados ya que por su estructura tenderán a desgranarse, pero si no nos interesa mucho su estructura ya que lo utilizaremos para cocinar o preparar una salsa, lo podemos congelar sin problemas.  Para congelarlo recomiendo envolver los trozos a utilizar en papel aluminio y ajustar bien para que no quede aire al interior.

Ahora si lo que necesita es rallar queso Azul sobre una pasta o ensalada y evitar que se pegue, etc., un tips es dejarlo 30 a 45 minutos en el congelador y después proceder a rallar, no tendrán ningún problema.

Los quesos muy cremosos del tipo pelo blanco como un Camembert o Brie, no se recomiendan congelarlos ya que perderán su consistencia al momento de descongelarse.  Si se trata de quesos más del tipo untables como el Cream Cheese (textura muy cremosa) se pueden congelar (hay que tener ciertos cuidados) ya que, durante la descongelación, aunque pierden consistencia, siguen siendo aptos para untar.  No se recomienda mantenerlos congelados más allá de un mes.

El ideal es no tener que congelar el queso, pero esto sólo debería hacerse en caso de extrema necesidad y por poco tiempo.  Si tiene que hacerlo, siga estos 8 consejos:

1. El frío interrumpe el proceso de maduración y afecta su sabor y aroma, especialmente en quesos de pasta blanda.
2. La congelación afecta menos los quesos de pasta dura ya que son los que tienen menos contenido de agua.  No se crean muchos cristales de hielo y su estructura no cambia demasiado, aunque puede volverse grumoso debido al contraste de temperaturas.
3. Corte el queso en pequeños trozos (los que consume habitualmente) y colóquelo en una bolsa de congelación (extraer todo el aire posible), sino envuélvalo bien apretado en papel aluminio o film plástico.  Después colocar en congelador. 
4. El queso se mantiene, según su contenido de grasas y agua.  Cuanto más volumen de grasa y agua tenga, menos tiempo se conservará (ej: Cream Cheese).
5. El queso congelado puede durar de 3 meses a 6 meses.
6. Para descongelar el queso, siempre hacerlo dentro del refrigerador en la parte normal, para que el proceso de descongelado se realice lentamente.
7. El proceso de congelar provocará cambios en el carácter del queso.  Es buena idea utilizarlos para cocinar ya que no se notarán estos cambios.  Incluso se puede rallar para congelar y así usar más fácilmente.
8. Siempre mantener en frío los quesos antes de congelar.